lunes, 15 de marzo de 2010


Todavia siento el sabor
amargo de tus labios ;
es el sabor del
desprecio de tu amor .

Tú volverás suplicando
amor pidiendo
perdón y será tarde.

No siento rencor
entre tus brazos,
que manipulaste a tu antojo.
Nose como hisiste
me redacto a tu modo,
y las noche como lloro
desde aquella botella de licor
que embriago todo mi corazón
por eso sufri esa desepción
que me causó tu amor.

Chico vanidoso ingrato eres tú
el que una noche vino
y apagó la luz, el que me dejó
llorando y el corazón sangrando de amor.


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